Todo lo que necesitas saber de las drogas: La cocaína


La cocaína también llamada Clorhidrato de Cocaína  es una poderosa droga de la familia de los Psicoestimulantes que proviene de la planta Erythroxylum coca o coca. Su origen es antiguo y ha sido usada en elixires para curar enfermedades así como componente en la Coca-Cola,  asimismo en la actualidad puede usarse como anestésico local en algunos tipos de cirugía (como la del ojo o garganta). Según el reporte de CEDRO en el 2017 la cocaína presenta una prevalencia de vida del 1.6%, siendo mayor en los hombres (3.2%) que en las mujeres (0.4%).
Su consumo se da de forma oral, intranasal e intravenosa de un polvo soluble en agua o inhalada a través de un cristal de cocaína procesada llamado (Freebase cocaine),  el cristal es calentado para luego inhalar el vapor que expende, esta última forma de cocaína se le suele llamar con el nombre de “Crack” por el sonido que produce los cristales al calentarlos.
¿Cómo afecta la cocaína al cerebro?
Aumenta los niveles de dopamina (un neurotransmisor o mensajero químico natural) en los circuitos que controlan el placer y el movimiento, lo que genera una alteración en el funcionamiento normal del cerebro. Produce efectos a corto y a largo plazo:
Efectos a corto plazo: Felicidad y energía extrema, estado de alerta mental, irritabilidad, paranoia (Desconfianza extrema) e hipersensibilidad en la vista, el sonido y el tacto. Cantidades grandes de cocaína pueden llevar a un comportamiento extraño, impredecible y violento.
Otros efectos en la salud de la persona incluyen: Vasos sanguíneos restringidos, pupilas dilatadas, nauseas, elevación de la temperatura corporal, latidos del corazón más rápido, temblores, tirones musculares e inquietud.
Al ser inhalados los efectos aparecen de forma inmediata al consumo y suelen desaparecer entre unos minutos a una hora. Cuando la cocaína es fumada o inyectada suele producirse con mayor intensidad y rapidez, pero con menor duración (Inhalada entre 15 a 30 minutos y fumada entre 5 a 10 minutos).
Efectos a Largo plazo: Los efectos dependen del método de uso; si es inhalada puede haber pérdida del sentido del olfato, hemorragia nasal, goteo nasal frecuente y problemas con la ingestión. Si es consumida por la boca hay riesgo de daño en los intestinos por reducción del flujo sanguíneo y si es inyectada hay posible riesgo de contraer enfermedades como el VIH o la hepatitis.

Otros efectos que se suelen dar a largo plazo son la adicción, desnutrición, irritabilidad, inquietud y  paranoia severa con alucinaciones de tipo auditivo.

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