La privacidad de los adolescentes y sus límites


No es de extrañar que muchos padres quieran tener indefinidamente a sus niños bajo su control y cuidado; pero la vida continúa y aquellos pequeños crecen. Durante la adolescencia se producen diversos e intensos cambios, uno de ellos es la búsqueda de su identidad, que dependiendo de las experiencias y la guía de los padres en esta etapa, se destacará como un joven aislado o comunicativo.

La creciente necesidad de autonomía de los adolescentes y el cambio de percepción sobre la autoridad de los padres, ocasionan que los jóvenes se revelen ante ellos. Una supervisión adecuada puede ayudar a prevenir diversos problemas.

Si bien es cierto los padres no pueden relegar toda la responsabilidad de la crianza a sus hijos, pero deben conceder ciertos espacios para que desarrollen sus propias actividades. Es importante que los padres sepan qué es lo que hacen, cuáles son sus amistades, entre otros.

Como mencionamos, se debe respetar la privacidad de los hijos; sin embargo, un signo de alarma a tomar en cuenta es si se aísla demasiado.  Otros indicadores a tener presente son los cambios significativos en su personalidad, bajo rendimiento escolar, trastornos en las rutinas del sueño, trastornos en su alimentación, cambio en sus actividades, actitudes desafiantes, sospecha de consumo de cigarros, drogas o alcohol.


De cierta manera los adolescentes se muestran más dispuestos a hablar sobre sí mismos cuando los padres mantienen un clima familiar cálido y sensible, en el cual se les alienta a comunicarse de manera abierta y se brindan expectativas claras sin ser demasiados controladores. La mejor arma de la que disponen los padres es mantener informados a los hijos sobre los peligros que pueden encontrar en su día a día.

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