El suicidio



El fenómeno del suicidio se ha colocado en el centro de nuestro escenario social actual, desde noticias sobre personas que tomaron la fatídica decisión de quitarse la vida, hasta series que nos hablan de la idea del suicidio en adolescentes; los cierto es que muy pocos tienen una idea clara de que es realmente el suicidio, por qué aparece y cómo abordarlo. En este artículo responderemos estas interrogantes a fin de que tengas un mejor panorama sobre este fenómeno y entiendas la importancia de prevenirlo.

El suicidio es el acto deliberado de quitarse la vida; a nivel mundial está dentro de la primeras 15 causas de muerte y siendo la tercera parte personas entre 15 y 44 años. A nivel nacional hay entre 1 a 3 suicidios por día,  el 95% de ellos esta relacionado a un desorden mental no abordado oportunamente.

A pesar que cuando hablamos de suicidio nos referimos generalmente al acto consumado, es importante distinguir que el suicidio está compuesto de un continuum que va apareciendo gradualmente en la persona, por ello se habla de un espectro suicida que especifica las distintas manifestaciones en la persona:

Ideación Suicida: Alude a los pensamientos acerca del suicidio.

Comunicación Suicida: Es el acto de comunicar a otro el deseo, pensamientos suicidas o la intención de morir (Incluye las amenazas y el plan suicida)

Conducta Suicida: Aquí se incluyen tanto las autolesiones, el intento suicida y el suicidio consumado.

El suicidio no aparece de la noche a la mañana sino que se va gestando en la persona debido a múltiples factores de índole biológico, psicológico y social, que desencadenan en un sufrimiento isoportable, utilizando al suicidio como una solución de aquello. A estas causas se les denomina Factores de riesgo, entre los principales tenemos:

  • Presentar un desorden mental (entre los más comunes están la depresión (70%), la esquizofrenia (15%), el abuso de sustancias o un desorden de personalidad, sobretodo el desorden de personalidad limite (ambos con 10%).
  • Perdida laboral.
  • Ruptura con la pareja.
  • Sentimientos de desesperanza.
  • Historia de trauma en la infancia.
  • Aislamiento social.
  • Barreras en el acceso de servicios de salud mental.
  • Comportamiento impulsivo.
  • Acceso a armas letales.
  • Intentos de suicidio previos.

Así como existen factores que predisponen a llevar a cabo el suicidio, también existen Factores protectores, o sea que reducen la probabilidad de aparición del suicidio, entre los principales tenemos:

  • Profesar una religión.
  • Tener hijos.
  • Tener una red social de apoyo.
  • Acceso a los servicios de salud mental.
  • Miedo a la muerte.
  • Mantener los compromisos.
  • Esperanza en el futuro.

La relación entre unos factores y otros es lo que va a determinar el riesgo de llegar a cometer el suicidio. Si bien es cierto, es importante que pueda acudir donde un profesional de la salud mental, aquí dejamos algunas sugerencias para que la persona obtenga la ayuda necesaria para sobrevivir a la situación y logre acudir con un profesional:

  • Escucha con atención a la persona (Dos oídos, una boca).
  • Actúa desde el respeto, y no desde la sanción, trata de entenderlo.
  • Toma en serio lo que dice.
  • Pregunta sin temor acerca de los pensamientos suicidas,  con aceptación de lo que dicen.
  • Ayúdale a explorar otras opciones de solución, aunque parezcan difíciles de conseguir en ese momento.
  • Estate atento a las señales de alarma (medicamentos a la mano, vivir solo, posesión de armas, etc.).
  • Hazle ver que no está solo.



Es importante mencionar y recordar que detrás de una persona que comunica su deseo de morir , entre líneas nos dice que desea vivir pero no de la manera en que lo está haciendo, y esto nos lleva a considerar al suicidio como una solución definitiva a problemas que presentan soluciones diferentes.


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