Tengo problemas para manejar mis emociones
¿Acaso me encuentro pasando un momento difícil, en la que siento
que mis emociones se desbordan tanto que se vuelve realmente una situación
desesperante y desagradable? ¿Acaso para apagar ese incendio dentro de mí, debo
recurrir a acciones severas? como sentir dolor físico al producirme algún corte
en alguna parte de mi cuerpo, porque podría ser que este dolor es más fácil de
soportar; o de repente terminando con mi vida las cosas se pondrían mucho
mejor. Estas son muchas preguntas y pensamientos al aire que quizás puedan
tener explicación.
Las emociones son esenciales para cada persona, ya que con ellas
adquirimos el sentido de supervivencia. Todos los seres humanos los tienen,
gracias a ellas podemos actuar de acuerdo al contexto donde nos encontramos, ya
sea interactuando positivamente con los demás o solucionando problemas. Sin
embargo hay que tomar en cuenta que existen personas que son mucho más
sensibles ante estas emociones, y al no saber cómo lidiar con aquella situación,
puede llevarlos a buscar alivio en acciones peligrosas que atenten contra su
integridad. ¿A qué nos referimos con acciones peligrosas? autolesionarse, ser
propensos a adicciones, ser promiscuos sexualmente y en otras instancias, a
pensar y ejecutar un suicidio, etc.
Esta problemática tiene que ver con lo que en DBT (Dialectical
Behavioral Therapy, por sus siglas en inglés, “Terapia Dialéctica Conductual”
de Marsha Linehan) se denomina la “desregulación emocional”, que es la
característica esencial en el trastorno límite de personalidad. Las personas
que lo padecen suelen ser muy sensibles a las reacciones emocionales y a presentar
dificultades para poder regularlas.
La activación emocional es rápida, de gran intensidad y con un
lento regreso a la calma. La desregulación emocional lleva a que frente a estos estímulos, que
muchas veces podemos considerar como no muy relevantes, se dispara la emoción
con gran rapidez y mucha INTENSIDAD.
Usualmente, las personas que no presentan estas características,
pueden pasar de una emoción a otra con facilidad, calmarse rápidamente y
evaluar el entorno para tomar la conducta más apropiada. Esto no pasa con las
personas con problema de desregulación emocional, pues tienen dificultad para
reconocer su emoción, y para lograr inhibir lo que les genera, así sea una
conducta poco apropiada.
Finalmente, el tratamiento DBT que está orientado a mejorar significativamente
el problema de desregulación emocional, muestra actualmente mucha evidencia
sobre su efectividad en la mejora de la calidad de vida de las personas que lo
presentan. Este enfoque de tratamiento, que sigue las bases de la terapia
conductual y cuenta con tecnología orientada al cambio junto con tecnología
orientada a la aceptación hace que la persona se haga más competente para poder
regular aquellas emociones intensas, mejorar su resolución de problemas y hacer
que la vida sea más plena.
El conocer el problema nos orienta hacia el cambio, a tomar
mejores decisiones y llevarnos mejor con esas emociones que quizás, al haber
aprendido a rechazarlas, con el tiempo se han vuelto un obstáculo para
conseguir en la vida lo que es realmente importante.
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