Cómo alejar de los videojuegos a mi hijo adolescente
En los últimos años se puede apreciar un elevado incremento
en relación a los medios de comunicación y sus posibles adicciones. Pensemos
unos instantes en la cantidad de computadoras o laptops que se dispone en casa,
sumemos a esto los celulares y alguna consola de videojuegos; ahora, piensen en
sus vecinos o círculo más cercano y realicemos la misma operación. Pues sí,
estamos rodeados de diversos aparatos que de alguna manera u otra ya forman
parte de nuestras vidas. En ese sentido, para poder prevenir un problema,
primero hay que entenderlo.
Si bien es cierto, en ocasiones se habla a favor del uso de
estos dispositivos y de cómo los videojuegos pueden desarrollar diversas
habilidades en los hijos, tales como la concentración en juegos de estrategia,
la visión espacial, el trabajo cooperativo y la motricidad manual; sin embargo,
el problema no viene a la consola misma sino al uso que se hace de esta (o
quizás su mal uso), ya que se puede convertir una herramienta positiva o en una
enemiga si no se sabe utilizar, controlar y marcar los límites.
Como familia, se debe desarrollar una serie de medidas para
evitar que sucedan estos riesgos, es por ello que es importante repasar los
factores de riesgo que impulsarían a los hijos a caer en este tipo de adicciones,
podríamos englobarlos en dos partes:
- Personales: Impulsividad, se frustran con facilidad, búsqueda de nuevas sensaciones, escasa capacidad para enfrentar de forma adecuada los problemas, entre otros.
- Familiares: Escaso tiempo de calidad, baja comunicación, ausencia de límites y modelos inadecuados.
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, indicaremos
brevemente cuáles serían los factores para protegerlos de una posible adicción
a los videojuegos. Una adecuada forma de prevención será enseñarles habilidades
sociales como la asertividad, aprender a decir no, la aceptación de críticas,
saber de inicio a fin cómo llevar una conversación, expresar opiniones
personales, defender sus derechos, disculparse, solucionar problemas mediante
la comunicación, entre otros.
Es crucial fortalecer el autoestima de los hijos mediante el
reconocimiento, apoyo en sus decisiones, reforzando sus actividades de manera
adecuada y enseñándoles a rectificar sus errores, pero nunca cuestionando sus rasgos
personales (jamás decir “lo has hecho mal porque eres un tonto”). Es importante
que todas estas habilidades no solo queden en la simple mención, sino enseñarle
mediante el ejemplo.
Otro punto es el ocio, ya que si se muestra y potencia diversas
maneras de diversión, se estará enseñando a elegir y descubrir nuevas opciones
de distracción. Divertirse con los videojuegos no tiene porque presentar un
problema si no es la única actividad.
Otros consejos sencillos serían los siguientes:
- Colocar la consola en un área común, donde se pueda controlar su uso (ya sea tiempo de conexión o contenido) de manera indirecta.
- Unirse al juego de vez en cuando ayudaría a conocer sus gustos y se fortalecería la confianza.
- Fijar el tiempo de uso y si el juego es correcto para la edad.
- No utilizar el juego como recompensa, para no darle más valor del que tienen.
- Potenciar los juegos multijugador para poder hacerlo en familia.
Los videojuegos tienen cualidades positivas, el límite entre
el uso adecuado o inadecuado lo determinan los padres, deben de ser firmes en
su decisión, además de dotar de herramientas y habilidades a sus hijos para que
puedan lograr una mejor autonomía. El que ellos caigan en este tipo de
problemas también forma parte la responsabilidad
del adulto, y como tal, se debe de actuar.
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